Esta mañana acaricio
los pétalos de una rosa con mis labios,
y cierro los ojos respirando
profundamente su aroma.
Siento su belleza,
su sincero tacto aterciopelado
y las gotas de rocío,
de su llanto.
Gracias por la gracia
de la alegría humilde de la Naturaleza.
Esta mañana escucho,
los juegos de los niños en el patio,
y resuenan en mi sus risas inocentes,
y su puro canto.
Destapando plenitudes
de mi infancia olvidada.
Gracias por la gracia,
de las dulces miradas de los niños.
Esta mañana miro,
los rayos de sol acariciando mi manto,
calentando en mi la noche fría,
despertando toda mi alegría,
que estaba dormida.
Gracias por la gracia,
del amanecer de la luz y del calor.
Esta mañana bebo,
el agua viva del manantial ,
quitando la sed de mi sequía,
lavando mi cara y mis manos,
lavo también todos mis juicios,
olvidados.
Gracias por la gracia,
del perdón y por calmar mi sed.
Esta mañana sonrío,
viéndolo todo de nuevo por primera vez,
desfilando endorfinas
en un extraño orgasmo
de múltiples matices,
intenso primero,
y sereno luego.
Gracias por la gracia,
de mi cuerpo, y de mi sentimiento.
Esta mañana celebro,
que estoy vivo y que siento y pienso,
brindando por ello,
hasta emborracharme de versos.
Esta mañana siento,
latir mi corazón enamorado de la vida.
Sintiendo la energía,
la fuerza ,
y la vida,
que vivo yo.
Esta mañana agradezco,
la grandeza de lo sencillo
de cada día nuevo.
Esta mañana,
y todas las mañanas,
rezo sin religión
y vivo sin el dios
que los hombres inventamos.
Autor: Eduardo García

Habría que encerrarte para que esa cabeza que no para escriba todo lo que tiene dentro. Me ha encantado
Gracias Nuria!! Con comentarios así da gusto estar en confinamiento!!
Gracias por compartir Amigo mío. Un abrazo Edu
Me alegra mucho que te guste!!! Un abrazo